jueves, 21 de agosto de 2008

Socialismo del siglo XXI

Encontré este excelente artículo del diario ABC de España donde hablan acerca de un foro en la Fundación Internacional de la Libertad acerca de la situación que se vive en América Latina con los régimenes totalitaristas que han comenzado a edificar bases sólidas en un mundo en el que no debería existir tolerancia hacia este tipo de gobiernos que tanta miseria han traído a los pueblos que los han soportados.Vale la pena leerlo ya que nos habla un poco de ese Socialismo del siglo XXI y llama a despertar a los Gobiernos del mundo ante una realidad que toca a la puerta, el nacimiento de regímenes en América Latina fundamentados en el totalitarismo cubano e inspirado en las crueles dictaduras comunistas y socialistas de la propia Europa.

Socialismo del siglo XXI

Hermann Tertsch

ABC.es




Es un gran lema ese de «Socialismo del siglo XXI», aunque poco original por mucho que nos lo saque a pasear un perfecto golpista electo como Hugo Chávez, se inspire en un dictador y asesino con muy buenas relaciones en Madrid como es Fidel Castro y tenga tantos inverosímiles seguidores en España que incluso se tomaron la molestia de atacar a la hoy ya nada sospechosa Casa de América. Esta institución, cuyas simpatías por supuesto hoy se vierten con mucha mayor generosidad hacia la Cuba residente, es decir hacia cubanos y foráneos que gozan de libertad, comodidad y privilegios en Cuba, ha tenido que soportar las protestas de los más montaraces del castrismo por cobijar a unos liberales que solo pretendían alzar la voz para cuestionar la oportunidad de repetir proyectos fracasados de felicidad que solo hacen sufrir -banal y gratuitamente- a los seres humanos.

Decenas de cartas y mensajes ha recibido el señor Miguel Barroso, director de la Casa de América, ex secretario de Estado para la Comunicación y muy buen conocedor de la mejor parte de Cuba, para protestar porque esa institución acogiera a la «derecha reaccionaria e incluso feudal» -no está mal- convocada para pedir, tan solo en una de las mesas redondas, libertad para los cubanos y movilización de autodefensa latinoamericana a favor de la democracia frente al proyecto totalitario que Castro inspira, Chávez paga y Zapatero y otros ilusos jalean o toleran por simplismo, ideología o pura memez.

Al parecer comienza a haber gente que piensa que pronto podrán hacer tan difícil un encuentro de este tipo junto a la Cibeles como frente al Malecón de La Habana.
¿Qué rayos ha pasado? En realidad nada. El peruano y español Mario Vargas Llosa, de coraje y principios probados, como el mexicano Enrique Krauze, el ex presidente boliviano Enrique Quiroga, el cubano Carlos Alberto Montaner, el colombiano Plinio Apuleyo, el venezolano Rosales y muchísimos hombres de letras, política y pensamiento -conceptos compatibles- se han atrevido a organizar desde la Fundación Internacional de la Libertad (FIL), un foro sobre Europa e Iberoamérica y las relaciones transatlánticas en las que recordar que resulta fundamental para las libertades individuales y los derechos humanos que las democracias occidentales tengan percepción de riesgo e instinto y voluntad de supervivencia. Sin eso no seremos nada.

Y volveremos a las cobardías, indolencias y complicidades que en Europa y Latinoamérica han causado millones de muertos y quebrado la vida de generaciones enteras. Por experimentar hacia los mundos felices de la ensoñación nacionalista o socialista, se han asumido muchos atropellos. «Huevos rotos para la tortilla». El médico nazi Josef Mengele en la rampa de Auschwitz y decenas de miles de «kapos» nacionalsocialistas o comunistas lo hicieron durante casi un siglo con la misma carencia de piedad y escrúpulos de quienes intentan forjar nuevos patriotas en lengua, espíritu y afán en pos de un miserable paraíso.

En Latinoamérica, impulsado por el motor financiero de los petrodólares venezolanos, se ha puesto en marcha un proyecto totalitario como el que surgió en Europa oriental tras la Segunda Guerra Mundial. Lo promueven el dinero y el miedo, pero también la indolencia y el desinterés de los demócratas de todo el mundo. Hora es que se muevan para impedir la tragedia y no tengan otra vez, los mismos, que ser acusados como cómplices necesarios. Pasó en medio siglo en Europa, otro medio siglo en Cuba y puede pasar en medio subcontinente. Todos en España, Casa de América y Gobierno incluidos, harían bien en enorgullecerse de estar en primera línea contra regímenes totalitarios como el cubano y el incipiente venezolano, boliviano o ecuatoreño. Ayer desde luego, La Casa de América cumplió su papel como foro de la libertad contra los regímenes carcelarios del «socialismo del siglo XXI».

Fuente: ABC.es

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